¿Qué es un aval?

Los detalles a tener en cuenta sobre estas garantías para el cumplimiento de obligaciones.

Al adentrarse en el mundo de las finanzas, muchas personas se preguntan qué es un aval. En términos genérico, se trata de un activo que se presenta como garantía para el cumplimiento de una obligación tomada. Puede ser presentado por personas, empresas u organizaciones.

En otras palabras, un aval es un bien que se presenta como promesa de pago. En términos técnicos se lo describe como una fianza. En la práctica, ese bien pasa a ser propiedad del prestamista si la parte solicitante no cumple con la devolución de la deuda.

Una forma sencilla de comprender qué es un aval es la siguiente: cuando se alquila una bicicleta, el dueño de la tienda puede pedir que el cliente le deje su documento de identidad. Siendo ese elemento valioso, la parte que presta se asegura que la bicicleta volverá a sus manos en tiempo y forma. Con las excepciones y salvedades del caso, de este modo también funcionan los avales al momento de solicitar préstamos y otras herramientas de financiación.

Puestos a hablar del aval, es preciso notar que existen tres actores fundamentales:

  • Avalista, es la persona o institución que afronta la obligación con garantías si el avalado no cumple sus obligaciones.
  • Avalado, quien obtiene el aval y lo ofrece como garantía de cumplimiento.
  • Beneficiario, la persona, empresa u organización que recibe la cuantía del aval en caso de que no se cumplan las obligaciones.

¿Para qué sirve un aval bancario?

Un aval permite a personas físicas o jurídicas acceder a diferentes herramientas de financiación, por ejemplo préstamos. En ese sentido, es una muestra de confiabilidad y brinda seguridad jurídica a la operación. Para la parte prestamista, el aval es una garantía en caso de que el prestatario no cumpla con sus obligaciones de pago.

Si no existiese el aval, el prestamista no dispone de herramientas de recuperación en caso de que el prestatario se niega o no puede devolver el préstamo.
Avales: ¿quién puede ser avalista?

Una vez comprendido qué es un aval, resta saber cuáles son las garantías que se pueden presentar. En el mercado existen diferentes modalidades y opciones, e incluso préstamos al instante que no exigen avales específicos.

En caso de que se solicite un aval, ¿quién o qué bienes pueden serlo? Una de las opciones más conocidas es la propiedad de un tercero, que se presenta como aval, por ejemplo en contratos de alquiler. El dueño de esa propiedad se convierte en un avalista. Esta modalidad también se usa en préstamos de sumas altas de dinero y en hipotecas.

 
 
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