Estafas digitales: cuáles son los más comunes

¿Cuánto sabés sobe el fraude digital? En esta nota te contamos cuáles son las estrategias más frecuentes de los ciberdelincuentes. Además, consejos para estar protegidos.

En un mundo en el que prima la digitalización, las estafas se han aggionardo. Los delincuentes tienen buenas razones para que sus fraudes muten hacia la modalidad de las estafas digitales.

La explicación es evidente: los piratas informáticos lanzan sus redes en las aguas más concurridas. ¿Qué tan concurrida es la escena digital? Según estadísticas de Statista, en el mundo hay más de 6.500 millones de teléfonos inteligentes activos. Además, a nivel global hay unas 5.000 millones de personas conectadas a Internet, tal como reflejó un estudio de We Are Social.

Además, es importante conocer las medidas de prevención en tiempos en los que se ha incrementado el tiempo de permanencia en Internet y ante un marcado incremento en la actividad en plataformas de comercio electrónico. A ese panorama se añade el protagonismo que han ganado las criptomonedas y, en paralelo, el interés de la piratería en sacar tajada de esa tendencia de suyo vinculada al mundo digital.

En tal contexto, es importante conocer más sobre el fraude digital para intentar mantenerse apartados de los peligros, que incluyen el robo de información, la vulneración de dispositivos, el bloqueo de cuentas personales e incluso el hurto de dinero.

Por lo general, un banco nunca te va a contactar primero para ofrecerte un préstamo, sobre todo si es de cantidades grandes. En Adelantos.com, empresa líder en préstamos online, ofrecemos una plataforma con los protocolos de seguridad necesarios y transparentes para que puedas obtener un adelanto efectivo de manera segura.

¿Cuáles son los tipos de fraude digital más frecuentes?

La información se traduce en poder. En este caso, conocer cuáles son los tipos de fraude digital más recurrentes ayudará a estar prevenido ante posibles ataques.

El phishing, una de las estafas digitales más habituales

Expertos en seguridad informática coinciden en señalar que el phishing es el fraude digital más común, con casi tres de cada diez casos registrados.

¿De qué se trata? En las campañas de phishing, los delincuentes informáticos se hacen pasar por instituciones, empresas u organizaciones a fin de engañar a sus víctimas. Por eso, a esta variante entre las estafas digitales se la conoce también como “suplantación de identidad”.

Quizá nunca hayas sido víctima de pishing, pero es casi seguro que alguna vez alguien intentó atraparte con este método. Una de las formas habituales es el envío de correos o mensajes en los que los ciberdelincuentes se hacen pasar por una empresa, por ejemplo un banco, y piden que se ingrese a una página para cambiar datos.

En caso de que el usuario siga ese enlace, es dirigido a un sitio web fraudulento en el que ingresa información que queda a merced de los atacantes.

El malware, un fraude digital que abunda en los celulares

Las aplicaciones móviles expanden provechosamente las funciones de los celulares y tablets. Pero en las tiendas también se esconden apps peligrosas que contienen malware. Se trata de un tipo de fraude digital que consiste en la oferta de herramientas con código malicioso que, una vez instaladas en los dispositivos, son capaces de robar datos, accesos a servicios y eventualmente dinero.

Los reportes de presencia de aplicaciones con malware son casi semanales y afectan tanto a los usuarios de teléfonos con Android como con iOS. Además, el malware no es exclusivo de los móviles: también circula en computadoras.

En ocasiones, el malware se instala al navegar en sitios web fraudulentos y en otros casos se asocia al antes mencionado phishing, ya que se descargan los programas maliciosos en forma automática al seguir enlaces que provienen de fuentes desconocidas.

Consejos para evitar las estafas digitales

  • Tal como señalamos anteriormente, una de las claves para eludir el fraude digital es estar informado. Al conocer los detalles de cómo actúan los delincuentes informáticos, es más posible que al recibir un correo fraudulento, un mensaje que busca clics en enlaces maliciosos o cuando se buscan apps, el usuario sepa cómo conducirse con seguridad.
  • Siempre hay que evitar la descarga de aplicaciones por fuera de las tiendas oficiales.
  • Al navegar en Internet, hay que chequear que los sitios tengan un candado junto a la URL, signo de su seguridad. Además, la URL debe empezar con https:// y no con http://.
  • Siempre es bueno disponer de un programa antivirus en los dispositivos.
  • Nunca hay que compartir información personal por teléfono, por redes sociales y en plataformas desconocidas. En términos generales, hay que saber que los bancos no piden datos por esas vías.
  • Si alguna oferta es demasiado tentadora, entonces hay que estar especialmente atento.
  • En comercios electrónicos, una buena práctica es revisar la reputación de los vendedores.
  • Lo mismo ocurre al descargar aplicaciones: siempre revisá los comentarios.
  • Por último, para evitar ser víctima de estafas digitales el mejor consejo es aplicar el sentido común. Un usuario atento siempre será más difícil de engañar que uno desinformado e “inocente”.

 
 
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