¿Qué es el “fast fashion” y cómo puede afectar a tu economía personal?

Repasamos el fenómeno de la “moda rápida” y su influencia en las finanzas personales.

En la industria de la moda, ¿sigue existiendo aquello de las colecciones de primavera-verano y otoño-invierno? ¿Realmente aquel negocio se mueve en esas dos únicas instancias? La acelerada actualización de las vidrieras y la amplísima oferta demuestra lo contrario. En ese marco, ha surgido lo que se conoce como “moda rápida”. Qué es exactamente ese fenómeno y cómo afecta a las economías personales.

¿Fast fashion, qué es?

La “moda rápida” refiere a la introducción acelerada de colecciones de ropa, calzados y otros productos del sector que se diseñaron en forma acelerada y, además, a bajo costo. Este mecanismo permite a la industria ofrecer muchas prendas novedosas, en forma continua. Son cada vez más las empresas del rubro que son parte de esa movida, también impulsada por el deseo de muchas personas (ahora con alta exposición en redes sociales) de no aparecer más de una vez con el mismo look.

¿Qué relación tiene esto con la economía personal? ¿En qué sentido la afecta? Si te preguntás qué es el fast fashion deberías considerar que no se trata solamente de moda y estilo. Es especialmente un engranaje que ha sido útil para la industria, que provoca en los consumidores un perpetuo deseo de actualización. Naturalmente, con ello, se generan mayores ganancias para el sector.

Informes señalan que esta tendencia consumista provocó que una prenda nueva se use en promedio sólo siete veces antes de ser desechada. Además, en las dos últimas décadas se registró un incremento del 400% en el consumo de ropa a nivel mundial.

¿Cuáles son las consecuencias para el consumidor y su economía personal? A medida que la oferta crece y se acelera, el gasto se acrecienta afectando la salud financiera de las personas, que no destinan ese dinero a otros recursos. Por otra parte, el denominado “fast fashion” también tiene un impacto negativo para el medio ambiente, con un creciente consumo de recursos naturales, generación de emisiones, uso de productos químicos, etcétera. En rigor, especialistas señalan que la industria de la moda es una de las más contaminantes.

A estas preocupaciones hay que sumar los abusos que se han registrado en innumerables ocasiones en la industria textil y de la moda en general, con contratación de mano de obra sin las condiciones justas para los trabajadores, en muchos casos involucrando a menores de edad.

Por fortuna, en los últimos años también han proliferado los emprendimientos de indumentaria sostenibles, que no sólo se preocupan por la estética de la ropa sino también por el respecto al medio ambiente y por un esquema de fabricación justo, diametralmente opuesto a los axiomas de la moda rápida.



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