Incubadora de empresas: ¿qué es y qué puede hacer por mi negocio?

Las buenas ideas no siempre alcanzan para que un emprendimiento sea exitoso. ¿Cuál es el rol de una incubadora de empresas para impulsar los proyectos? ¿Qué proponen para conseguirlo?

¡Cuántas veces hemos oído decir que un gran porcentaje de las startups no logra superar el primer año de vida! Ocurre que las buenas ideas y las mejores intenciones no siempre son suficientes para la estabilidad, sostenibilidad y éxito de un emprendimiento. Por eso, el rol de una incubadora de empresas gana preponderancia en el ámbito de los negocios.

Ahora bien, ¿qué son exactamente las incubadoras y aceleradoras de financiamiento? En esta nota de Adelantos.com, empresa líder en préstamos online en el acto, proponemos echar luz en este terreno. ¿Para qué sirven? ¿Qué rol adoptan? ¿Cuáles son los tipos de incubadoras de empresas? Veamos.

Una incubadora de empresas ofrece un marco integral para el desarrollo de un emprendimiento, brindando apoyo fundamental en diversas áreas a fin de que el mismo se desarrolle y fortalezca. Para ello ofrecen asesoramiento bajo el modelo de consultoría desde el inicio del proyecto hasta que se despliega el negocio. Ahora bien, ¿se trata meramente de consejos?

¡No! Entre los diferentes tipos de incubadoras de empresas (que pueden ser tanto privadas como del sector público) hay algunas que ofrecen un espacio físico para trabajar (además de los servicios necesarios), una ventaja que se completa con el trato cercano con otros emprendedores y eventuales inversionistas. Por lo demás, una incubadora también puede ofrecer a los emprendedores un marco de inversión, ofreciendo apoyo financiero.

Una de las claves fundamentales de las incubadoras es que brindan asesoramiento especializado en múltiples áreas, expandiendo las probabilidades de éxito. La “mano” no se restringe a un único sector, sino que usualmente se recibe asesoría y apoyo en diferentes aspectos: administrativos, contables, legales, financieros, estrategias de comercialización, diseño de imagen, etcétera.

Por lo general, estas entidades operan en tres instancias: una “preincubación” en la que se analizan las propuestas del emprendimiento y su viabilidad; la incubación propiamente dicha que opera con el proyecto ya en marcha (usualmente se extiende durante uno o dos años); y la “post-incubación” que ocurre en un momento de mayor madurez y avanza hacia la independencia de la empresa.

Por lo demás, es importante saber que entre los diferentes tipos de incubadoras para empresas hay que considerar algunas se dedican a rubros específicos, por ejemplo, aquellos negocios enfocados en tecnología, o que operan en regiones geográficas específicas.

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