Una economía personal organizada también es aconsejable antes de llegar a la tercera década. Planificación hacia el futuro y estabilidad para el presente.
La planificación financiera personal no es un asunto exclusivo de los años de madurez. Aquellos que transitan los veintitantos también deberían comenzar a poner en práctica una serie de buenos hábitos, tanto para planificar el futuro como para conseguir estabilidad en el presente. En esta nota de Adelantos.com, líder en préstamos por Internet, repasamos 5 consejos financieros para aplicar antes de llegar a los 30.
- Los clásicos de siempre: entre los buenos hábitos financieros hay una serie de ejemplos que son tradicionales y que también tienen validez y relevancia antes de los 30 años. Algunos de ellos: comenzar a pensar en las inversiones que generen réditos más allá de los ingresos laborales; aprender a ahorrar y para eso gastar menos de lo que se ingresa; y realizar un sesudo plan para terminar con las deudas, en caso de tener. En este punto, un buen consejo a tener en cuenta es adentrarse en los conocimientos fundamentales del mundillo financiero; acaso leer libros y artículos especializados ya que, aunque no te conviertas en un experto o acaso no ames las finanzas, tener nociones en esta materia te ayudará a llevar una vida más relajada y feliz.
- Visión de mediano y largo plazo: la planeación financiera es clave en cualquier instancia de la vida adulta. Como decíamos, no es necesario llegar a los 40 o 50 años para comenzar a organizar tu economía. Por eso, antes de los 30 es importante aplicar una mirada de mediano y largo plazo. Es cierto que son años en los que se vive en cierta vorágine, con la energía puesta en el presente. Pero eso no quita que al momento de una planificación financiera personal no debas llevar la mirada un tanto más allá, para un presente bueno pero también un futuro venturoso. O, al menos, achicar el margen para los malos momentos financieros.
- Cuidado con los “gastos hormiga”: los expertos en buenos hábitos financieros suelen subrayar el peligro que implican aquellos gastos que, por ser pequeños en términos unitarios, no son supervisados y en ocasiones, al acumularse, pueden resultar en varios miles que restan al presupuesto mensual. Dicho esto, es conveniente atender esos gastos, organizarlos y considerar cuáles podrían recortarse para conseguir una mejor salud en las finanzas personales.
- Equilibrar deseos y necesidades: es cierto que los veintitantos son años más regidos por el impulso, en términos generales. Sin embargo, es bueno tener en cuenta que aquello que deseas no siempre es lo que necesitas realmente. ¡No estamos aconsejando llevar una vida en la que el deseo no tenga ningún margen! Sí estamos diciendo que para tener una planeación financiera efectiva en ocasiones hay que saber que ciertos “caprichos” pueden eludirse. Todo sea por una mayor estabilidad en tu economía.
- Está lejos, pero deberías pensar en tu retiro: anticiparse, ser precavido y organizado. Aquellos son algunos de los mejores hábitos financieros que pueden adquirirse. Por eso, aunque el retiro esté muy lejos en tu vida, es bueno comenzar a pensar en ello.
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