Consejos para pasar de freelancer a emprendedor

Las diferencias entre las modalidades, además de recomendaciones para dar un salto que conlleva responsabilidades y también beneficios.

Es cierto que el trabajador freelance es, a su modo, un emprendedor. Sin embargo, al hilar fino encontramos una serie de diferencias entre esas modalidades laborales. Veamos algunas de ellas:

  • Por definición, el trabajo freelance consiste en la prestación de servicios realizada por una única persona. En cambio, un emprendimiento habitualmente involucra a más individuos, que colaboran y/o trabajan a la par; amén de la presencia de los clientes o empresas a las que se le presta servicio.
  • Cuando un emprendedor toma días de licencia, vacaciones o simplemente se enferma, no necesariamente deja de percibir ingresos. En cambio, es habitual que los ingresos de un freelancer dependan plenamente del cumplimiento de su actividad, es decir, si no trabaja, no cobra.
  • Dicho esto, se comprende que la modalidad freelance depende de la intervención directa del trabajador. En cambio, en un emprendimiento la productividad no depende de una sola persona, todo esto en términos generales.

3 tips para pasar de freelancer a emprendedor

Tal como señalamos, un emprendimiento presenta algunas ventajas sobre la modalidad freelance. Naturalmente, los beneficios también traen consigo una serie de responsabilidades que es necesario explorar. Desde el vínculo con otras personas (es preciso examinar el modo de contratación), pasando por las obligaciones de orden impositivo y la organización de las finanzas, entre otros aspectos a considerar.

Como fuere, si tu intención es dejar de ser un freelancer absoluto y dar el salto hacia el mundo del emprendedor, a continuación compartimos algunos consejos útiles para animarse a dar el salto.

  • Es conveniente que el emprendimiento trascienda tu marca personal. En otras palabras, es bueno “despersonalizarlo”. Esa acción generará confianza entre los posibles clientes y también será útil en el terreno administrativo, para generar vínculos contractuales. Tal como señalamos, en términos generales un emprendedor se diferencia del freelancer por crear un negocio junto a más personas: eso implica obligaciones pero también, idealmente, mayores ingresos.
  • La experiencia en la modalidad freelance debe ser aprovechada y no simplemente desechada, como una cuestión del pasado. Al dar el paso hacia un emprendimiento (tal como venimos describiéndolo aquí), una buena idea es armar paquetes de servicios. Ya que unirás fuerzas con otras personas y profesionales, conviene ofrecer a los clientes una propuesta diversa y abarcadora, por ejemplo brindando soporte web, desarrollo de apps, de páginas web, etcétera, en un mismo paquete. Esa técnica además ayudará a crear una buena imagen de la empresa.
  • Hay quienes dicen que jamás hay que encarar un emprendimiento junto con amigos o familiares. Esa recomendación puede ser válida para algunos, aunque existen incontables experiencias que demuestran lo contrario. Como fuere, sí es importante saber elegir a las personas que participarán en el proyecto. El trabajo freelance (volvemos a aclarar, en términos generales) es una tarea habitualmente solitaria y el paso hacia la creación de un negocio compartido supone muchos desafíos. Por eso, es súper importante dedicar tiempo de reflexión, entrevistas y conversaciones para determinar junto a quién emprender, se trate de socios, empleados, proveedores, etcétera.

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