Repasamos una serie de buenos hábitos para equilibrar las finanzas personales luego de un desafiante período.
La pandemia de coronavirus es en primera instancia una crisis sanitaria que, como es sabido, ha traído consigo una serie de problemáticas adyacentes. Desde gobiernos y grandes empresas, hasta comercios barriales y economías familiares; todos han sufrido un impacto financiero producto de la brutal caída en la
facturación de muchos sectores y de los largos meses en los que la actividad estuvo completamente paralizada. En tal contexto, no son pocos los que ahora enfrentan la obligación de pagar deudas y otros compromisos tomados.
Antes de avanzar hacia los consejos para el pago de dudas que se generaron durante la cuarentena, veamos algunos ejemplos de lo que hemos señalado anteriormente. Por caso, en la Argentina muchos decidieron tomar la opción permitida por el gobierno nacional de no pagar los aumentos en los alquileres,
aunque cabe señalar que ese remanente fue acumulándose como una deuda. Algo similar ocurrió en el caso de las familias cuyos hijos acuden a escuelas privadas, que en un gran porcentaje se vieron en la obligación de pagar solamente una parte de la cuota mensual. A esto se suman deudas en las tarjetas de crédito y obligaciones luego de haber solicitado préstamos.
Ante este panorama, ¿cómo pagar las deudas que se acumularon? Avancemos hacia los prometidos tips.
- La organización es la clave: Si tus finanzas no están ordenadas, entonces no podrás ordenarte para el pago de las deudas. La salud financiera siempre comienza con la buena organización: lo ideal es armar una planilla de Excel (también podés hacerlo en un cuaderno común y corriente si lo tuyo no es la
tecnología) donde se anotarán los ingresos, los egresos y las dudas a pagar, todo eso entrecruzado con una línea de tiempo y una columna donde se detallen los objetivos que se busca alcanzar. - Establecer prioridades: Al organizar tus finanzas es fundamental tener ante la vista el detalle de los gastos. Con la información clara podrás establecer prioridades; por ejemplo, determinar el pagar deudas específicas es más importante que ciertos gastos superfluos que podrías evitar por un tiempo. De esta forma, el dinero que no se lo llevan esos gastos puede ser destinado al pago de una deuda, aunque sea parcial.
- De lo micro a lo macro: Si tenés muchas deudas, una buena idea es ir de la más pequeña a la más grande. De este modo, cuando termines de pagar la primera en la lista, ese dinero lo destinarás a la segunda y así consecutivamente. Eso sí: es importante prestar atención a las diferentes tasas de interés, aspecto del que hablaremos en el siguiente punto.
- La unión podría hacer la fuerza: En vista a las diferentes tasas de interés, quizá sea más conveniente sumar todo el dinero que debés y solicitar un préstamo para pagar las deudas. En caso de que ese crédito tenga intereses menores, resultará conveniente eliminar todos los pájaros de un tiro y
enfocar los esfuerzos financieros en pagar las cuotas de ese único préstamo. Eso también podría ayudar a que te enfoques y finalmente te desprendas de las deudas. - Pagar más que el mínimo: Si bien el pago mínimo permite estar en regla, las deudas se acumulan con más velocidad cada vez debido a que se aplican intereses punitorios sobre el excedente. Por eso, cuando sea posible, siempre conviene pagar algo más que el mínimo (en caso de no estar pagando el
total). En ese sentido, cada billete que pongas por encima de ese piso se traducirá en menos intereses.
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