5 alternativas para financiar una empresa o proyecto

Presentamos un abanico de opciones para la financiación, vías válidas para motorizar iniciativas.

Las ideas pueden ser las mejores, igual las intenciones. Acaso tengas conformado un gran equipo y entre manos un producto o servicio con interesantes márgenes de rentabilidad. Aún en medio de todas esas situaciones deseables, la financiación es un must para motorizar empresas y/o proyectos.

En esta nota de Adelantos.com repasamos 5 opciones válidas para financiar una empresa. En tiempos en los que los emprendimientos son moneda corriente (cada vez son más los que se animan a lanzarse por cuenta propia) también se han diversificado las alternativas para la financiación. ¿Qué hay, más allá de las propuestas de las entidades bancarias?

1. Los “inversores ángel”: conocidos en inglés como business angels, se trata de inversores privados dispuestos a impulsar el crecimiento de empresas en las que vislumbran un potencial. En términos generales, aportan capital y conocimientos, especialmente en las primeras etapas de un emprendimiento. En ese orden, es posible señalar que éstos ayudan a generar un equilibrio entre las posibilidades de crecimiento y la liquidez. Naturalmente, exigen diversas condiciones que varían según el caso; usualmente a cambio de una participación accionaria o en términos de ganancias.

2.  Incubadoras y aceleradoras: Se trata de una modalidad que presenta similitudes con los inversores ángel, aunque enfocándose en las capacitación estratégica, además de en la financiación. Esta es una de las vías más habituales entre las denominadas startups, que encuentran en esos espacios acceso a capital, y que también generan contactos valiosos para el crecimiento del proyecto.

3.  El “bootstrapping” o auto financiación: se trata de una modalidad para financiar una empresa valiéndose de los ahorros propios de los involucrados en el proyecto, que también se apoya en los ingresos que se generan. En este caso, se eluden los mecanismos de financiación externa, por ejemplo la que proveen inversores o préstamos de dinero. Eso sí: esta estrategia requiere una adecuación tanto de expectativas como de presupuestos, debido a que el capital es usualmente inferior al provisto por otros métodos. En ese orden, el crecimiento se proyecta a plazos más largos. Por lo general, esta metodología inicia con ahorros personales (incluso de amigos o familiares, con una segunda etapa en la que se consiguen ingresos mediante ventas, y finalmente se puede avanzar hacia otras alternativas de financiación, por ejemplo, la solicitud de un crédito.

4.  Préstamos por Internet: como una alternativa de financiación que elude los extensos requisitos de los Bancos, los préstamos online se han consolidado para la motorización de diversas iniciativas y emprendimientos. Se trata de créditos a los que se accede en forma dinámica y que usualmente se emplean para disponer de capital sin mayores rodeos. Si te interesa conocer más al respecto, en Adelantos.com estamos atentos a tu consulta.

5. El financiamiento colectivo: si la idea detrás de tu proyecto tiene alguna seña innovadora, que podría atraer a terceros, acaso podrías intentar con el financiamiento colectivo, crowdfunding en inglés. ¿De qué va esta metodología para financiar una empresa o una iniciativa? El plan es presentar la propuesta en plataformas especializadas (las más famosas son Kickstarter e Indiegogo) estableciendo un objetivo de dinero inicial. Si los usuarios muestran interés, invertirán con la promesa de recibir ese producto más adelante: apuestan, para apoyar. Muchos grandes emprendimientos comenzaron de este modo y vale la pena echarle una mirada, aunque no es funcional para cualquier empresa.


Solicitar Ahora